Es un trastorno mental conocido como TOC, es una forma de ansiedad, en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) y comportamientos repetitivos que los impulsan a hacer algo una y otra vez (compulsiones).
Con frecuencia, la persona actúa de una manera para librarse de pensamientos obsesivos, pero esto sólo brinda un alivio momentáneo. No llevar a cabo los rituales obsesivos puede causar una enorme ansiedad y sufrimiento. En muchos casos, los patrones de comportamiento cíclicos no tienen sentido para el individuo que los realiza, lo que lleva al aislamiento social.
Investigaciones en el campo de la salud mental concluyen que existe una combinación de factores que se juntan para provocar el desarrollo del trastorno obsesivo-compulsivo.
A continuación se describen dichos factores:
- Factores genéticos: Los individuos que tienen un pariente de primer grado con el TOC (por ejemplo, un hermano o un padre biológico), enfrentan un mayor riesgo de desarrollar síntomas de este trastorno. Adicionalmente, si existen antecedentes familiares de otros tipos de ansiedad, las personas son más susceptibles de presentar los efectos del TOC.
- Factores físicos: La presencia de un desequilibrio químico en el cerebro puede hacer que las personas sean más vulnerables al desarrollo de los síntomas del TOC. Por ejemplo, los neurotransmisores son los químicos del cerebro responsables de enviar los mensajes de un área del cerebro a otra. Cuando ocurre un desequilibrio en estos químicos y disminuye la capacidad de transmitir los niveles adecuados de serotonina a las áreas del cerebro responsables de reconocer y manejar el sentido de bienestar, es posible que aparezcan los síntomas del TOC.
- Factores ambientales: Los individuos que han pasado por experiencias negativas en su vida corren un mayor riesgo de desarrollar síntomas de TOC, debido a que la participación en conductas características de esta enfermedad puede proporcionar a dichos individuos un sentido de tener el control sobre algo. Sin embargo, conforme empeora la enfermedad, los individuos pierden el control e incrementa su angustia. Los ejemplos de ciertos factores que pueden conllevar al desarrollo del TOC pueden darse cuando la persona experimenta un trauma, es víctima de abuso o abandono, crece en un hogar disfuncional o se expone a niveles de estrés crónicos.
Síntomas obsesivos:
Las obsesiones que presentan los individuos que sufren del TOC son intrusivas y típicamente no deseadas, además de que pueden ser totalmente absorbentes. La presencia de estas obsesiones puede inhibir la capacidad de concentrarse en otra cosa.
Estos son algunos ejemplos de los síntomas obsesivos:
- Sentirse excesivamente preocupado o innecesariamente responsable de otros.
- Tener preocupaciones crónicas e irracionales sobre la suciedad y los gérmenes o sobre contaminarse de alguna manera.
- Experimentar impulsos agresivos; sin embargo, estos impulsos suelen manifestarse como imágenes intrusivas en la mente del individuo, pero no siempre se convierten en acciones.
- Imágenes inapropiadas, desagradables e indeseadas de carácter sexual y/o religioso.
- Preocupaciones excesivas e irracionales sobre el orden, la disposición y/o la simetría de los objetos.
- Pensamientos perturbadores de una naturaleza gráfica.
Síntomas compulsivos:
Las compulsiones son conductas atípicas que los individuos se sienten obligados a tener, a pesar de no querer hacerlo. Cuando se presentan estas conductas compulsivas, las personas con TOC se sienten incapaces de dejar de tenerlas, ya que de no lograrlo, experimentarán sensaciones de ansiedad cada vez más fuertes y a menudo debilitantes.
Estos son algunos ejemplos de los síntomas compulsivos, aunque existen otros:
- Arreglar los objetos constantemente.
- Comer la comida en un cierto orden o patrón.
- Verificar irracionalmente y luego volver a verificar que se hayan realizado ciertas actividades (revisar una y otra vez que las puertas estén cerradas con llave).
- Acumular objetos (tener una dificultad para desechar objetos, incluso si son inútiles o poco importantes).
- Experimentar la imposibilidad de dejar de repetir ciertas frases.
- Lavarse las manos de manera exagerada.
- Limpiar excesivamente.
- Revisar una y otra vez las cosas.
TRATAMIENTO:
Muchos estudios demuestran que el uso de fármacos mas una psicoterapia adecuada soluciona el problema en un 75% de los casos, de no ser efectivo será necesaria una intervención llamada neurocirugía.
Las terapias conductuales son efectivas al ayudar al paciente a enfrentarse a la idea, situación u objeto que teme y así evitar la respuesta ritual que adopta para defenderse de ese temor.
Las terapias cognitivas son la opción más adecuada, cuando es la percepción del paciente de que esos pensamientos encierran un peligro se modifican por algo que le haga sentirse seguro y así evitar que ello ocurra.
También debemos considerar que el tratamiento puede tener un resultado positivo o negativo dependiendo si la persona está atravesando problemas de alcoholismo, drogas, alteraciones de personalidad, depresión, dificultades de interrelación con otras personas.